miércoles, 18 de noviembre de 2009
Cocinando al wok
Corta trozos de similar tamaño: Lo ideal es que todos los ingredientes se salteen por igual, sin que queden unos muy hechos y otros crudos, para que el plato que prepares quede en su punto. Para conseguirlo, la solución perfecta es que cortes las verduras, carnes… en tiras o en dados gruesos, pero siempre en trozos de tamaño similar.
Ten todos los ingredientes a mano: Como las recetas elaboradas en wok son de preparación rápida, es muy importante que tengas los utensilios listos, todos los ingredientes preparados, y todo lo que necesites para sazonar. Piensa que si no lo tienes todo a punto, los alimentos que hayas incorporado antes al wok podrían quemarse.
Deja reposar un poco: Una vez que la receta esté cocinada apaga el fuego, agrupa todos los alimentos en el centro del wok y déjalos reposar durante un momento al calor que mantiene el wok, para que queden crujientes y sabrosos. Sírvelos de inmediato, porque las preparaciones con esta técnica de cocina están mucho más sabrosas cuando están calientes.
Incorpora salsas a la cocción: Para que los ingredientes queden más sabrosos, añade un poco de salsa de soja, concentrado de carne, salsa de gambas.. o cualquier preparado que te apetezca y combine bien, al mimo tiempo que los salteas. De este modo se impregnarán de su sabor en muy poco tiempo.
Prueba a freír con el wok: Para preparar una deliciosa tempura o, sencillamente, para freír unas crujientes croquetas también puedes utilizar el wok. Añade abundante aceite de oliva, deja que se caliente bien y comienza a freír. Escurre luego la fritura directamente sobre papel absorbente. Por la forma que tiene el wok, el aceite salta menos que en las sartenes, lo cual es una ventaja a la hora de limpiar.
Mantenlo como nuevo: Cada vez que utilices el wok, lávalo con agua caliente, sécalo bien y, para que no se oxide, pásale por el interior un papel de cocina impregnado en aceite.
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